Educación Popular Feminista
Los cursos en línea que ofrecemos en Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente están diseñados desde los tres momentos claves de la educación popular desde la perspectiva feminista:
- Primer momento: ver la realidad patriarcal capitalista y todas las violencias desde las experiencias de las mujeres.
- Segundo momento: reflexionar sobre esta realidad, evidenciando el androcentrismo, el sexismo, el racismo y el clasismo.
- Tercer momento: actuar para transformar las exclusiones y opresiones hacia una realidad de justicia para nosotras las mujeres.
Se trata de una ruta que orienta un proceso formativo en el cual las mujeres son sujetas -y no objeto- de la construcción de los conocimientos.
Creemos que una formación orientada por la metodología de la educación popular desde la perspectiva feminista propone transformaciones radicales en nuestra forma de ver, pensar, entender y ubicarnos en el mundo. La palabra “radical” tiene su origen en la palabra “raíz”: aquello que es profundo, que está en los orígenes, que sostiene todo lo demás y del cual todo lo demás se nutre, se alimenta. Pensar radicalmente es ir a los orígenes, develar aquello que está oculto y que al mismo tiempo sostiene nuestro ser en toda su complejidad. Para las mujeres, significa darnos cuenta de nuestra invisibilización y exclusión históricas, de la naturalización de los roles y estereotipos femeninos. A partir de ahí, pasamos a historizar, construir nuestra historia, nuestra genealogía de mujeres, juntar los muchos hilos en los cuales se han tejido y entretejido nuestro pasado y nuestro presente. Visibilizar, desnaturalizar e historizar son los tres pasos principales en la ruta de la metodología feminista.
La educación popular feminista parte de la diferencia, y entiende que generalizar los problemas sociales, culturales, políticos o ambientales es una forma de ocultar la realidad específica de las mujeres, es una forma de negar nuestra invisibilización y exclusión históricas, de no reconocer que el machismo, el patriarcado y la misoginia siguen existiendo, manifestándose de diferentes formas en la vida y cotidianidad de las mujeres. El hecho de generalizar los problemas, de pensar que en el “todos” las mujeres estamos incluidas es una trampa de los procesos de formación que no están realmente comprometidos con la realidad específica, diferente, de las mujeres.
Partir de la diferencia implica que en un proceso formativo orientado por la metodología y la educación popular feminista, más que aprender sobre determinados contenidos, conceptos o temas, las mujeres aprendemos a pensar y elaborar nuestra crítica de manera colectiva. Significa deconstruir los postulados y valores patriarcales que han orientado y definido las formas de pensar, sentir, saber y comprender la realidad. Partir de la diferencia es construir nuestros espacios propios de mujeres, en los cuales podemos elaborar nuestras miradas de la realidad, tejer nuestras propias críticas y propuestas, compartir, convergir, divergir, expresar nuestras ideas, pensamientos y sentimientos.
De este modo, los cursos en línea que impulsamos como Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente apuestan por la construcción colectiva conocimientos que parten de las experiencias y saberes que las mujeres ya tenemos y que hemos construido colectivamente en nuestras comunidades, luchas sociales, activismo y la vida cotidiana marcada por resistencias y rebeldías.